Actividades de clase:
Tuvimos que presentar nuestro eje de creatividad de una manera creativa. Nuestro grupo representaba el “producto creativo”, así que inventamos una publicidad sobre un mini termo de mano tipo Stanley. Fue una mezcla de actuación, humor y conceptos del eje.
Reflexión personal:
La actividad fue divertida y nos obligó a salir de la zona de confort. Ver cómo otros grupos presentaban su eje me ayudó a entender mejor los diferentes aspectos de la creatividad y cómo se expresan según la intención. Además, trabajar sobre un producto ficticio hizo más fácil experimentar sin miedo al error.
Aplicación personal:
Me recordó que presentar una idea como si fuera un producto real ayuda muchísimo a visualizarla. En desarrollo, prototipar algo simple o hacer un pitch interno puede aclarar si una propuesta funciona o no. La creatividad también está en cómo contamos las ideas.